Acaba de publicarse la estadística de Medios de pago de Banco de España. Los datos de cierre de 2019 no arrojan ninguna sorpresa: Cae el uso del efectivo respecto 2018, mientras las tarjetas continúan creciendo a doble dígito.
Os avanzo los datos más relevantes:
pagos con tarjeta en +16% en volumen y +9'4% en importes, hasta los 4'5Bn y 161Bn€,
apoyado en menor medida por la continuada emisión de tarjetas (+1'5% hasta los 85 mill) y en mayor medida por la agresiva implantación de TPVs (+6,5% hasta los 1'93 mill.),
reintegros con efectivo caen por primera vez en operaciones (-2'8% hasta 0'91Bn) y se mantienen en torno a los 125Bn€ , todo ello enmascarando el efecto de trasvase de operativa del creciente nº de oficinas cashless. Es de prever que la caída sea en realidad mucho mayor.
las tarjetas capturan cada vez más pagos de menor importe (de 38 a 35'5€ de pago promedio)
parque de cajeros cae en menor proporción que el nº de oficinas, que se continúan cerrando (-0'4% vs -3'7%)
Los datos del trimestre en curso se verán dramáticamente alterados por el efecto del Covid-19. Es de prever una caída muy abrupta de la operativa doméstica de cajeros, en torno al 70-80% y que se alargará en el tiempo por la percepción del papel moneda como transmisor del virus.
Vienen tiempos convulsos para la industria del efectivo. Como mínimo 2 trimestres de actividad en mínimos, en que tanto fabricantes, proveedores de servicios y entidades financieras van a tener que capear un temporal de duración e impacto incierto.
Quizás un buen momento para considerar si existen posibilidades de colaborar, de repensar la forma en que se provee de efectivo al ciudadano. Sólo considerando este servicio como un servicio público será posible encontrar la solución, la colaboración interbancaria. Una colaboración orientada a generar eficiencia para las entidades, manteniendo el nivel de servicio para los usuarios.
Veremos...